Yo fotografÃo para la historia: Abbas (1944-2018)
Martes, 01 de Mayo de 2018
Octavio Nava / Retina Magazine
Hace unos dÃas Thomas Dworzak, presidente de la agencia Magnum Photos, reconocida internacionalmente, anunció el lamentable fallecimiento del veterano fotoperiodista franco-iranà Abbas.
Abbas Attar falleció en su residencia de ParÃs, a los 74 años, luego de una larga trayectoria como corresponsal de guerra. Cubrió revoluciones y guerras por todo el mundo, iniciando en su paÃs de origen; el libro Irán la Revolución Confiscada (La Revolution Confisque, edition Clétrat 1980) presenta el trabajo fotográfico realizado por este autor de 1978 a 1980 durante la “Revolución Islámica”.
Abbas, como era conocido profesionalmente, fue “un pilar” de la Agencia Magnum, un verdadero ciudadano del mundo que se preocupó por documentar impecablemente las guerras, desastres naturales, revoluciones y trastornos sociales, y un incentivo para una nueva generación de fotoperiodistas, consideró Dworzak al dar a conocer la pérdida.
Para Abbas el fotoperiodismo se trataba de hacer documentos para la historia. En una conferencia sobre su trabajo en Vietnam, Abbas comentó: “cuando era niño tenÃa una imagen heroica, romántica del periodista: viajabas, ibas a la guerra, cubrÃas eventos históricos”. Fue tras la Revolución Islámica que Abbas se exilió de manera voluntaria de Irán para trabajar en agencias noticiosas como Sipa, Gamma y finalmente en la Agencia Magnum, de la que se convirtió en socio en 1985.
Como corresponsal de guerra, Abbas se adentró en los conflictos de Biafra, Bangladesh, Irlanda del Norte, Vietnam -paÃs al que regresara tres veces después de la guerra-, Medio Oriente, Chile, Cuba, Sudáfrica -durante los fuertes momentos del apartheid- y México -en el conflicto estudiantil y las olimpiadas de 1968-, el conflicto indÃgena neo-zapatista en 1996.
Abbas en México.
Abbas viajó varias veces por territorio mexicano. En la Sierra Madre Oriental del sureste Estado de Guerrero retrató el pueblo Oapan: ¨Hoy he fotografiado las formas del pueblo, no sus seres humanos, los juegos de sombras del sol poniente sobre las cercas de ramas enlazadas, pregunto al grupo de campesinos reunidos a mi alrededor si les parezco extraño, - sÃ, maestro, pensamos que usted está loco. Les muestro entonces esos arabescos hechos de sombras, les hablo del arte creado a veces por el hombre, como ellos mismos con su amate y su alfarerÃa, y a veces por la naturaleza” (Retornos a Oapan, colección RÃo de Luz, FCE 1986).
En este texto-diario también nos ofrece una explicación de porque su obsesión con México: “Un dÃa con Tina (Modotti), la luz opaca del atardecer sobe su tumba, el poema ya gastado de Pablo Neruda, hermana, duermes, no, no duermesÂ… la hoja de eucalipto que duerme sobre su nombre, la hierba silvestre alrededor, y el espacio misterioso y sombrÃo de los árboles sobre las otras tumbas. Las flores de alcartaz ofrecidas al cemento y al recuerdoÂ… el silencioÂ… me pregunto dónde estará ahora el alma de Tina?.
“Debió de ser divertida la escena que acabo de representar: este gran reportero, cÃnico, corresponsal de guerra endurecido, con las espigadas flores en una mano- los alcatraces de Tina- y el número de la calle en la otra, busca durante un atardecer mexicano la tumba de una mujer de la que se ha enamorado y que murió antes de que el naciera”.
Los diarios de Abbas demuestran que el binomio imagen-palabra es posible. Este es otro de su legado al fotoperiodismo.
Abbas se describió en infinidad de veces como un “historiador del presente”. Y asà fue, con sus cámaras Leica elaboró un largo ensayo sobre el choque de religiones a nivel mundial, causal principal de conflictos bélicos.
Su interés por documentar la religión y su influencia en la sociedad, lo llevó no sólo por el islamismo, también abordó otras creencias religiosas como el cristianismo, el animismo, el budismo y el hinduismo, resultado de esto se publicó el libro Faces of Christianity, a Photographic Journey, (edition Harry N. Abrams inc, New York, 2000).
Abbas documentó con sus imágenes los horrores de la guerra, sin embargo, él mismo descifró la intención de éstas imágenes en el fotoperiodismo: “Nosotros los fotógrafos, no cambiamos el mundo, sólo podemos mostrar, a veces, por qué ese mundo debe de cambiar. También en este caso puedo mostrar sólo lo que cambia, lo que puede cambiar -pues no tengo respuestas a este problema del cambio económico, común a todo Tercer Mundo-. Con mi cámara, sólo puedo atisbar las primicias”.
Descanse en paz.