A 100 años de Roland Barthes: 10 aportaciones a la fotografÃa

Martes, 17 de Noviembre de 2015
Retina Magazine / Código
Roland Barthes (Cherburgo-Octeville, Francia, 1915 – ParÃs, 1980) es uno de los pensadores más importantes del siglo XX. Sus reflexiones abarcan todos los ámbitos posibles, desde la literatura (El grado cero de la escritura, Introducción al análisis estructural del relato, Variaciones sobre escrituraÂ…) y el teatro (Sobre RacineÂ…), hasta la fotografÃa (La cámara lúcida), la lucha libre o los mitos (MitologÃas). Desde la semiologÃa (Elementos de semiologÃa), propuso un método de análisis para concebir los objetos de la cultura del hombre como signos y, por lo tanto, como un conjunto de piezas que pertenecen a sistemas de significación. En ese ámbito destaca El sistema de la moda, que cambió la forma de entender la disciplina como un territorio superfluo y banal a uno sumamente complejo que involucra propósitos sociales y económicos pero también antropológicos y comunicativos.
Barthes guió su vida por una pasión desbordante por el sentido que se produce entre las personas y los objetos artÃsticos: una foto, una ciudad o la mirada de una mujer. Su rigurosidad no puede asemejarse a la de un académico, pero su talento tampoco puede ser tachado de improvisado. El pensador francés compartió a través de su pluma intereses y obsesiones estéticas que deambulaban entre la locura (Fragmentos de un discurso amoroso) y la lucidez (El imperio de los signos). Probablemente, lo mejor del autor de El placer del texto es haber construido una voz sumamente personal. Cuando un lector se acerca a sus estudios parece entablar un diálogo con él, en el que las obsesiones se convierten en un juego de significados, deseos y posibilidades amorosas.
En 10 frases extraÃdas de tres obras, recopilamos algunas de sus aportaciones más memorables al campo de la fotografÃa:
La cámara lúcida. Notas sobre la fotografÃa (1980)
1. “DirÃa que la FotografÃa lleva siempre un referente consigo, estando marcados ambos por la misma inmovilidad amorosa o fúnebre, en el seno mismo del mundo en movimiento: están pegados el uno al otro, miembro a miembro, como el condenado encadenado a un cadáver en ciertos suplicios; o también como esas parejas de peces [Â…] que navegan juntos, como unidos por un coito eterno.”
2. “Lo que la fotografÃa reproduce al infinito únicamente ha tenido lugar una sola vez: la fotografÃa repite mecánicamente lo que nunca más podrá repetirse existencialmente.”
3. “La fotografÃa es literalmente una emanación del referente. De un cuerpo real, que estuvo allÃ, proceden radiaciones que finalmente terminan tocándome, a mà que estoy aquÃ. La duración de la transmisión es insignificante. La fotografÃa del ser desaparecido, como Sontang dice, me tocará como los rayos retardados de una estrella.”
4. “La fotografÃa es una evidencia extrema, como si caricaturizase no la figura de lo que ella representa (es todo lo contrario) sino su propia existenciaÂ… La fotografÃa se convierte entonces en un curioso medio, en una nueva forma de alucinación: falsa a nivel de percepción, verdadera a nivel del tiempo: una alucinación templada de algún modo, modesta, dividida (por un lado “no está ahÔ, por el otro “sin embargo ha sido efectivamente”): imagen demente, barnizada de realidad.”
5. “La inmovilidad de la foto es como el resultado de una confusión perversa entre dos conceptos: lo real y lo viviente; atestiguando que el objeto ha sido real, la foto induce subrepticiamente a creer que es viviente, a causa de ese señuelo que nos hace atribuir a lo real un valor absolutamente superior, eterno, pero deportando ese real hacia el pasado («esto ya ha sido»), la foto sugiere que éste ya está muerto.”
6. “La fotografÃa es violenta: no porque muestre violencias, sino porque cada vez llena a la fuerza la vista y porque en ella nada puede ser rechazado ni transformado.”
7. “Cuando se define a la fotografÃa como una imagen sin movimiento, no significa únicamente que las figuras que representan no se mueven; significa que ella nos emergen, no abandonan: están anestesiadas y fijadas, como las mariposas.”
8. “Cada fotografÃa es leÃda como la apariencia privada de su referente: la era de la fotografÃa corresponde, precisamente, a la explosión de lo privado en lo público. O, más bien, a la creación de un nuevo valor social, que es la publicidad de lo privado.”
El mensaje fotográfico (1961)
9. “Si bien es cierto que la imagen no es lo real, es por lo menos su ‘analogonÂ’ perfecto, y es precisamente esa perfección analógica lo que, para el sentido común, define la fotografÃa. Aparece asà la caracterÃstica particular de la imagen fotográfica: es un mensaje sin código, proposición de la cual es preciso deducir de inmediato un corolario importante: el mensaje fotográfico es un mensaje continuo.”
Ensayos crÃticos (1964)
10. “A menudo se escucha decir que el arte está encargado de expresar lo inexpresable; lo que debe decirse es lo contrario (sin ninguna intención de paradoja): toda la tarea del arte consiste en inexpresar lo expresable, robar al mundo su lenguaje, que es el pobre y poderoso lenguaje de la pasión, una palabra distinta, una palabra exacta.”