• Martes, 11 de Octubre de 2011

    La toma fotográfica, el desnudo

    Martes, 11 de Octubre de 2011
    Retina Magazine

    Uno de los principales géneros de la fotografía es el desnudo, la cámara sirve para contener todo el universo erótico que emana de un cuerpo desnudo, entre luces y sombras las diversas formas quedaran plasmadas, captura silenciosa entre ojo y cerebro.

    El fotógrafo sabe que el respeto y colaboración entre modelo y artista es fundamental para que el resultado sea de excelente calidad.

    Para mucha gente, estar delante de una cámara no es tan simple, más aún sin vestimenta, siempre se cambia la actitud del retratado, el buen fotógrafo de antemano sabe que debe lidiar con esta clase de inconvenientes.

    Esta situación genera más tensión, aún tratándose de modelos con experiencia. Por ello, es necesario mantener un profesionalismo y una personalidad que no moleste a la persona retratada, esta deberá sentirse cómoda lo cual le permita transitar con seguridad durante la sesión fotográfica.

    El respeto hacia la persona que está realizando su trabajo como modelo debe ser el más alto y tenemos que demostrarlo para que no sienta incomodidad al exponerse frente a una cámara, ya que ningún cuerpo es perfecto.

    Al comenzar la sesión de fotografías, es normal que los modelos se sientan intranquilos o expectantes de lo que irá a suceder. Con el correr de los minutos, si mostramos seriedad y les hacemos sentir seguros en un ambiente donde no haya curiosos, donde no existen otra propuesta que la artística, se irán distendiendo y se verá que las tomas comienzan a mejorar.

    Un buen ejercicio podrá ser que se utilice una cámara de negativos y hacer loas primeros disparos con ella, de esta manera el fotografiado se relajara y uno al no colocar rollo observara con mas detalle los mejores ángulos del modelo con quinen se trabaje, posteriormente se repetirán las fotos con cámara digital.

    Se deben evitar las sorpresas. La mejor forma es que los modelos sepan lo que se espera de ellos y atenerse a un plan que deben conocer y estar de acuerdo.
    Con lo cual la muestra de bocetos previos será de muchísima utilidad.

    En las escuelas y talleres de desnudo, donde el modelo debe estar ante varios fotógrafos, es más difícil lograr un clima adecuado de trabajo. Por eso, es importante, después de aprender la técnica, uno debe comenzar a realizar nuestras propias producciones de fotografía.

    Debemos trabajar en las relaciones humanas, comunicar una idea, dar tranquilidad y seguridad y esto será reflejado en el trabajo final que ganará en calidad, ya que permite al modelo compenetrarse con el trabajo incluso aportando ideas.

    Cuando trabajamos en forma sucesiva con la misma persona, podemos tener la ventaja de que se distenderá más rápido.
    Por eso es bueno conocer al final de cada sesión que piensa del trabajo logrado, como se sintió, si encontró un ambiente cálido, para poder ir corrigiendo cualquier detalle al menos con ese modelo, en especial si logramos comunicarnos en forma eficiente en lo que respecta al trabajo.

    Al buscar una imagen que seduzca, debemos hacer que nuestro modelo seduzca la cámara y recordemos que detrás está el fotógrafo.

    Si necesitamos hacer una imagen alegre, debemos trasmitir alegría al modelo, no es simplemente dar instrucciones o directivas sino establecer una verdadera comunicación de cómplices, la música puede ser lograr un ambiente relajado que ayudara al comienzo.

    El diálogo y el trato físico con un modelo son primordiales. Es fundamental que el modelo no se sienta en inferioridad de condiciones frente al fotógrafo, por más experiencia o renombre que este tenga. Siempre el protagonista en una sesión es el modelo y el reto consiste en que el fotógrafo lo moldeara para concretar su idea final.

    Recuérdese que, si en una sesión fotográfica no se obtienen los resultados deseados, no es por culpa del modelo sino del fotógrafo que no logró que el trabajo adecuado.
    Una norma fundamental es que jamás se tocan a las o los modelos. De esta forma logramos que en todo momento se sientan seguros y respetados.

    De esta reciprocidad surgirá una relación profesional entre modelo y fotógrafo, también muchos fotógrafos de renombre admiten que sus mejores obras se realizaron con dos o tres modelos con los cuales trabajaban en absoluta confianza.