• Lunes, 22 de Mayo de 2017

    Muere Stanley Green, un fotógrafo comprometido con el humanismo

    Lunes, 22 de Mayo de 2017
    Retina Magazine

    El día de ayer falleció el gran fotógrafo Stanley Green (EE.UU. 1949 - Paris 2017) por causas de la Hepatitis C que padecía desde varios años, preocupado siempre por la humanidad y su relaciones con el entorno fotografío desde la lucha política-cultural con el naciente movimiento punk de San Francisco en la década de los setentas y ochentas hasta los efectos del marketing religioso que, en su opinión, nos impone la constante renovación de material electrónico de obsolescencia programada: contaminación de tierras y acuíferos, explotación laboral, trabajo infantil, enfermedades mentales y creación de cementerios de e-desechosel cual presento en el festival Visa Pour l´Image del 2012.

    Siendo adolescente participo en el movimiento de las Panteras Negras, hasta que un encuentro con el celebre W. Eugene Smith de quien fue estudiante le lleno de energías para volverse al fotoperiodismo, de esa experiencia y aprendizaje comenzó a contar historias desde otra perspectiva, siempre buscando encuadres, temáticas humanas, capaces de conmover a quienes las vieran a miles de kilómetros de distancia.

    En ocasiones se te chamuscan las alas
    y en otras simplemente te quemas.

    Es algo que dijo Alexey Brodovitch, dijo que la vida de un artista es como la vida de una mariposa. Tiene suerte si dura ocho meses. No obstante, yo lo aplico -dice Stanley- a la fotografía de guerra, y lo digo sobre los fotógrafos: si tienen suerte pueden durar ocho años. Dichas expresiones fueron fruto de la gran experiencia que fue acumulando a lo largo de su vida y práctica fotográfica.

    Puedes morir fisicamente pero también morir espiritualmente. -nos expresaba- Y creo que la comparación de los ocho años es así. Creo que solo puedes dedicarte a esto durante ocho años. No significa que no puedas continuar haciéndolo, pero creo que durante ocho años puedes seguir siendo positivo. Si lo haces durante más de ocho años, te conviertes.

    Y no en una hermosa mariposa. Te conviertes de verdad. Lo sé porque lo veo en mí mismo, lo veo en todos mis amigos y colegas. Son víctimas del del estrés postraumático, todos ellos lo sufren, lo soportan de formas distintas. Y ya no somos hermosas mariposas.

    Nos convertimos en polillas. -continua Green- y lo que hacen las polillas es volar hacia la llama. Somos polillas volando hacia la llama, y ya sabes, en ocasiones se te chamuscan las alas y en otras simplemente te quemas.

    Porque en una zona de guerra la vida es intensa, la fuerza de las sensaciones tienen su origen tanto en la proximidad de la muerte como en la determinación de hacer el bien -concluye Stanley-.

    Cuando la guerra de Iraq alguien le comento que tenia edad suficiente para haber ido a Vietnam, ¿porque no fuiste entonces?, a lo que Green expreso -No quería morir - Y ahora soy fotógrafo de guerra, un cobarde que se oculta en los campos de batalla.

    En ese momento nadie quería enviarme, ni publicar mis fotografías, según George W. Bush, ganamos la guerra pero la tecnología de bombardeos no consiguió ofrecernos una victoria rápida y clara, había que ensuciarse las manos y yo estaba dispuesto a hacerlo -continua Stanley- al igual que otro lo habían hecho tome mis carretes y una Leica. ¡Al diablo la tecnología!

    En Vietnam todos utilizaban Leicas, Philip Jones Griffiths, Catherine Leroy, Sean Flynn, o Dana Stone , bueno quizás también había un par de Nikons, pero sobre todo se trabajaba con Leica, recuerdo las imágenes de Larry Burrows en color, unas extraordinarias imágenes esto te proporciona bastante peso y te hace sentir parte de esa generación, para mí esta marca representa eso, mi M4 la considero una maquina precisa, pura y sincera.

    Ahora recordando a Stanley Green sé que continua viajando y construyendo su imaginario que ahora es parte de nuestra memoria colectiva para que no se repita la historia, o quizás para entender mejor nuestra vida en sus imágenes.

    Acerca de Stanley Green; Stanley ha recibido numerosas becas y reconocimientos, incluyendo el Premio Visa de Oro de la Obra Vitalicia (2016), la Beca del Proyecto Aftermath (2013), el Premio Internacional Planète Albert Kahn (2011), el Premio W. Eugene Smith (2004), el Premio Alicia Patterson Fellowship (1998) y cinco premios de la World Press Photo.