• Lunes, 20 de Mayo de 2013

    El Flash como herramienta creativa

    Lunes, 20 de Mayo de 2013
    Retina Magazine

    Consiste en iluminar al sujeto no con la luz directa del flash sino rebotada en alguna superficie cercana como por ejemplo el techo o la pared.
    Si tu flash es inclinable hacia arriba y giratorio hacia los lados aprovéchalo, gíralo hacia arriba apuntando al techo y dispara al sujeto, verás que la luz que le llega es mucho más suave y sutil. Si el techo es blanco la luz caerá mas suavemente sobre el retratado.
    Si estás muy cerca del sujeto gira el flash totalmente hacia arriba, si estás a una cierta distancia del sujeto entonces tendrás que girar el flash un poco menos hacia arriba, como unos 45º más o menos.
 Lo mismo aplica con respecto a rebotarlo en una pared.
 Hazlo repetidas veces y ve experimentando. Pruébalo variando distancias y potencias del flash.
    Iluminación Uniforme
    ¿No te pasa que a veces, queriendo iluminar el sujeto en primer plano, te sale un segundo plano oscuro? Queda feísimo.
    Para evitar eso hay dos cosas que puedes hacer:

    1- Utiliza velocidades de disparo relativamente lentas. Por ejemplo disparando a 1/40s ó 1/20s permitirá que la cámara capture mucha más luz de fondo.

    2- Utiliza el TTL de tu flash. El TTL significa que el flash medirá la potencia que tiene que utilizar en función de la medición que la cámara haga de la luz exterior. La cámara observa la luz, decide la potencia, y se lo comunica al flash, y éste obedece. Esta tecnología se llama TTL y la mayoría de los flashes buenos la tienen.
    Usa accesorios
    El flash a su vez tiene accesorios, generalmente muy baratos, que mejoran su resultado millones de veces.
    El más “necesario” es el difusor de flash, una especie de cartulina de plástico blanco semitransparente que contiene un poco de la luz intensa del flash y la suaviza.

    Los difusores de flash son extremadamente baratos, pero si no tienes ninguno a mano siempre puedes recurrir a un trozo de papel blanco,
    Un papel albanene ligeramente ondeado al frente sirve bien par difuminar la luz.
    Tipos de flashes
    Lo primero que hay que tomar en cuenta es que distingas los tipos de flashes que hay. Hay 3 básicamente:
    Flash integrado: Son los flashes que vienen integrados en las cámaras compactas y réflex, los que vienen de serie y no se pueden ni quitar ni añadir. Sí que se pueden desactivar para que no salten, pero no se pueden arrancar. Están ahí, como una parte más de la cámara.
    Flash externo: Es el típico flash externo que compramos a parte y que podemos enganchar en la parte superior de la cámara. Este tipo de flash generalmente ofrece mucha más potencia de luz.
    Flash Macro: Se trata de un tipo de flash concebido especialmente para la fotografía Macro (por ejemplo de insectos). Para iluminar bien el objeto diminuto este flash tiene una forma circular que permite arrojar luz al sujeto u objeto de manera circular.
    Limitaciones del flash integrado
    Si tu respuesta ha sido “Sí, necesito un flash externo porque no estoy satisfecho con los resultados del flash integrado en mi cámara” entonces bienvenido al club. Muchos usuarios sufren de los inconvenientes del flash que viene incorporado en las cámaras réflex por defecto. Algunas de las limitaciones de estos flash integrados por ejemplo son que:
    Generalmente producen el famoso efecto indeseado de los ojos rojos.
    Crean una luz demasiado dura, directa y siempre desde la misma dirección que la cámara, de enfrente.
    Muchas cámaras no permiten controlar la intensidad de la luz del flash integrado.
    El flash integrado normalmente tiene menos potencia y no es capaz de iluminar zonas amplias.
    Si sufres alguno de estos males entonces sí, necesitas hacerte con un buen flash externo. ¿Pero cuál? En el mercado existe una amplia gama de flashes externos, algunos de precios asequibles y otros de precios desorbitados. ¿Cómo discernir un flash bueno? ¿Cómo dar exactamente con el flash que te hace falta?
    ¿Cómo escoger un buen flash?
    Para contestar a esta pregunta tendrás que resolver dos asuntos:

    Definir un presupuesto máximo. Por favor no me respondas: “Bueno, podría pagar entre 1500 a 3mil pesos, más o menos, a lo mejor llegaría a 5mil,”. No.
    Tienes que trazar un presupuesto máximo. Piensa en una cifra, un presupuesto máximo encima del cual no pagarías ni un peso más. Ni uno. Sé honesto. Lo máximo que pagarías ¿Ya lo tienes? Medítalo.

    2- ¿Para qué quieres el flash exactamente? Ya sé que es para conseguir fotos buenas, porque no estás satisfecho con el actual, pero.. piensa con un poco más de nivel de detalle ¿Para qué tipo de fotos exactamente necesitas el flash?
    Te lo pregunto porque tendrás que escoger uno u otro en función de lo que respondas. Por ejemplo si lo único que quieres es añadir un poco más de luz a tus retratos para así iluminar pequeñas zonas de sombras en la cara del sujeto entonces con un flash de potencia mínima o mediana te bastaría.
    Si por el contrario necesitas iluminar bien un grupo de personas en exterior entonces necesitarás un flash con una potencia elevada.
 Ve pensando en estas cosas..
    Pasos para escoger un buen flash externo
    Ahora, intentemos escoger un buen flash para nuestra cámara. Lo haremos observando las características de los flashes y pensando en todo momento en el uso que le queremos dar a ese flash. Ello nos ayudará a dar con el más idóneo para nuestro caso:
    Primero miraremos el “Número de Guía”: Tranquilo. Ya sé, acabo de meter un término raro que es el número de guía pero no hay por qué ponerse nerviosos.
    El número de guía es tan fácil como la potencia del flash, ni más ni menos. Ya te dije que los fabricantes compiten entre sí a ver quién hace las cosas más complicadas, pues podrían haberlo llamado “Potencia” ¿verdad? Pues eso, al comparar un flash con otro, un aspecto importante que tendrás que valorar es la potencia que necesitas de ese flash.
    A “Número de Guía” más elevado mayor precio y más luz. Fácil.

    ¿Y cómo sabes si necesitas más o menos potencia? Pues sencillo: si lo que quieres es fotografiar de cerca a una persona en una habitación no muy grande, seguramente no necesitas mucha potencia. En cambio, una foto de un enorme interior como por ejemplo una catedral necesita de un flash con mucha más potencia, ya que el área a iluminar será mucho más amplia.
    Lo segundo que miraremos será la “Velocidad de Reciclaje”: Si disparamos dos fotos con flash, entre un disparo y otro el flash necesita descansar un poco, recuperarse. Ese tiempo es la velocidad de reciclaje. La mayoría de los usuarios de a pie no tienen problema en esperar 2 ó 3 segundos entre una foto y otra para poder usar el flash.
    En cambio, algunos profesionales que suelen disparar un determinado tipo de fotos con mucha rapidez no pueden permitirse el lujo de esperar 3 segundos entre un disparo y otro hasta que el flash esté listo. Ellos sí que tomarán la “Velocidad de Reciclaje” en cuenta a la hora de comprarse un flash. En tu caso es muy probable que esto sea irrelevante, pero te lo comento para que lo sepas de todas maneras.
    Seguimos y ahora toca estudiar el tipo de conexión: Un flash externo puede conectarse a la cámara de varios modos:
    Enganchado encima del cuerpo de la cámara.
    Conectado a la cámara mediante un cable.
    Activación sin cable. Transmisor inalámbrico.
    En el mercado hay flashes con una de estas opciones, con dos, e incluso algunos que ofrecen las tres opciones. Lo normal para un usuario medio es un flash externo de estos que se enganchan encima de la cámara, en la zapata del flash.
    Pero ya que vas a invertir dinero en un flash conviene que conozcas las otras dos maneras de conectarlo por si crees que te va a hacer falta en un futuro.
    Seguimos mirando y comparando flashes y ahora vamos a mirar algunas características que algunos flashes ofrecen y otros no.
    Funciones que nos pueden hacer la vida más fácil y el resultado fotográfico más decente:
    Rebote hacia arriba: Algunos flashes tienen la parte superior giratoria hacia arriba.
    Esto nos permite dirigir la luz del flash hacia el techo de la habitación o sala y hacer que la luz del flash rebote en el techo y se refleje en la cara de nuestro sujeto. Normalmente un retrato con luz “rebotada” queda mucho más bonito puesto que la luz rebotada es suave y más agradable que la luz despedida del flash directamente.
    Giratorio hacia la derecha e izquierda: Esto es igual que el punto anterior pero esta vez hacia los lados. A veces nos encontramos cerca de una pared lateral y queremos rebotar la luz en la pared y no en el techo. Se obtiene el mismo resultado que el punto anterior: una luz mucho más suave y simpática.
    A modo de prueba aquí tienes una retrato obtenido mediante la técnica de rebote de flash, esta vez en el techo hacia arriba.
    Control Manual y Automático: Importante saber si queremos elegir un flash que ofrezca control sólo automático o manual también. Si quieres cosas fáciles y sin mayor complicación uno automático seguramente te valdrá, pero si quieres intervenir en los ajustes, aprender el mecanismo y empezar a controlarlo tú mismo para así conseguir la foto que tienes pensada en la cabeza con la cantidad de luz exacta que tienes pensada, entonces tu flash tendrá que ofrecer controles manuales.
    ¿Cómo vas? Si has llegado con la lectura hasta aquí es que te lo estás tomando en serio.
    A estas alturas tendrás que tener más o menos claro las características del flash que necesitas, pero falta responder a una última pregunta: ¿Qué marca elegir?.
    La respuesta es simple: Tienes dos opciones, o un flash de la misma marca que tu cámara (si tienes Nikon compras flash Nikon, si es Canon pues Canon, Sony será Sony ) o un flash de una marca genérica compatible con todas las cámaras.

    A primera vista uno puede pensar “Bueno, me compro uno genérico y así si el día de mañana me cambio de cámara me sigue valiendo el mismo flash”.
    Es un razonamiento correcto y bueno, excepto por el hecho de que el flash más compatible con las cámaras Nikon es Nikon, el más compatible con las Canon es el Canon, y así.
    Por lo tanto si decides comprarte un flash genérico, seguramente te va a funcionar, te ofrecerá todas las opciones básicas, y posiblemente algunas complementarias, pero si compras uno de la misma marca que tu cámara puedes estar seguro de que la compatibilidad entre los dos será total, al 100%.
    Flashes recomendados
    Por si seguías con alguna duda todavía, a continuación te dejo un par de recomendaciones de flashes de calidad indiscutible para Canon y Nikon respectivamente, y que te ofrecerán un resultado más que aceptable:
    Canon Speedlite 430EX II, 330 g, 72 x 122 x 101 mm, AA, Negro
    Metz 50 AF-1 Digital Nikon, 340 g, 71 x 99 x 137 mm, AA, Negro