Fotografia y Arqueologia exposicion en Museo Nacional de Antropologia
Miercoles, 20 de Noviembre de 2019
Retina Magazine
Museo Nacional de Antropología presenta La invención de la memoria. Fotografía y arqueología en México
Se inaugura este 21 de noviembre en la Sala A1 y permanecerá en exhibición hasta el 8 de marzo de 2020, en colaboración con Arte & Cultura Grupo Salinas
Reúne 225 imágenes, entre fotografías, materiales bibliográficos y grabados de diversos exploradores y artistas de la lente de los siglos XIX y XX
La importancia de la fotografía en el quehacer arqueológico en materia documental, estética y de registro institucional es abordada en la exposición La invención de la memoria. Fotografía y arqueología en México, que abrirá al público este 21 de noviembre en el Museo Nacional de Antropología (MNA).
Estará abierta al público en la Sala A1 del MNA hasta el 8 de marzo de 2020, organizada por la Secretaría de Cultura a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en colaboración con Arte & Cultura Grupo Salinas.
La exhibición presenta un recorrido por 150 años de desarrollo de la arqueología y de su registro institucional en nuestro país, ya sea edificios u objetos, a partir del trabajo de exploradores extranjeros del siglo XIX, como Désiré Charnay y Teoberto Maler, hasta fotógrafos que se sumaron más tarde, y dieron continuidad a esta labor durante todo el siglo XX, entre ellos Edward Weston, Juan Rulfo, Nacho López, Héctor García, Gerardo Suter y Tomás Casademunt.
Son 201 fotografías de 22 autores identificados y otros desconocidos, algunas originales y otras impresiones contemporáneas, y 24 imágenes de materiales bibliográficos y grabados de los siglos XIX y XX, pertenecientes a colecciones en su mayoría de Arte & Cultura Grupo Salinas, así como del Museo Nacional de Antropología, la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, el Sistema Nacional de Fototecas y la Fototeca Nacional del INAH, y colecciones particulares.
El recorrido museográfico está dividido en cinco núcleos temáticos que destacan el valor del trabajo de los exploradores y artistas de la lente que han hecho de las fotografías, documentos irremplazables los cuales nos permiten reconocer el legado material de las culturas antiguas de México. En las obras es posible distinguir distintas épocas, cada una con su estética e intereses propios, según la lente de su autor.
Maleza entre ruinas
El primer núcleo aborda los inicios: la arqueología evolucionó de manera importante como ciencia en el siglo XIX; en este proceso fue fundamental una herramienta de reciente invención para su desarrollo en las siguientes décadas: la fotografía. Las imágenes capturadas en las primeras expediciones conforman un primer conjunto que ofrece una lectura de los relatos de viajeros extranjeros que sacaron a la luz por primera vez sus imágenes en publicaciones especializadas y en revistas de divulgación masiva.
Develando el pasado
Las obras presentes en este tema aluden al trabajo de campo en materia de excavación arqueológica. En ellas es posible observar las exploraciones de las colosales cabezas olmecas, las labores de restauración y reconstrucción de monumentos realizadas por enormes cuadrillas de peones, así como el hallazgo de los objetos que después fueron expuestos en museos. Aparecen también los retratos, llenos de orgullo, de los responsables de las expediciones y proyectos de excavación
Musa precolombina
El aliento moderno impulsó a los artistas de la lente, quienes también experimentaron y pusieron en práctica sus inquietudes estéticas inspirados por fascinantes sitios de la antigüedad prehispánica. El lugar arqueológico se convirtió en el modelo perfecto para poner en práctica distintas nociones de composición, permitiendo el desarrollo de un estilo propio, como consta en la cuidadosa selección que da lugar a las fotografías inmersas en la estética de este apartado.
Cuestión de escala
En estas imágenes se podrá observar la manera en que los fotógrafos hicieron partícipes a los miembros de las comunidades buscando una noción de escala, necesaria para el estudio y análisis de los edificios. Además de que su presencia sugería la representación de los descendientes de aquella grandeza extinta, como en las imágenes de Teoberto Maler, donde es posible deducir un mayor vínculo y respeto hacia los indígenas.
Del objeto sagrado a la obra de arte
Esta colección de imágenes da testimonio de cómo los objetos comenzaron a ocupar un espacio en la institución museística. La creación del Museo Nacional de México en 1825 es resultado de esta necesidad política y social por definirnos como nación, donde el salón de los monolitos mexicas, con la Piedra del Sol como insignia, se convirtió en un espacio de celebración nacional.
Los autores del trabajo y registro documental y estético en exhibición son Alfred Briquet (1833 - 1926), Désiré Charnay (1828 - 1915), Teoberto Maler (1842 - 1917), William Henry Jackson (1843 - 1942), Alfred Percival Maudslay (1850 -1931), Francisco Río de la Loza (1856 - 1901), Charles Betts Waite (1861 - ca. 1929), Winfield Scott (1863 - 1942), José María Lupercio (1870 - 1927), Hugo Brehme (1882 - 1954), Juan Anderson (activo a finales del siglo XIX y principios del XX).
Así como Edward Weston (1886 - 1958), Armando Salas Portugal (1916 -1995), Guillermo Zamora (1916 - 2002), Juan Rulfo (1917 - 1983), Nacho López (1923 - 1986), Héctor García (1923 - 2012), Yukio Futagawa (1932 - 2013), Jack Starr Hunt (activo de México a 1932 - 1933), Marilu Pease (activa en México a mediados del siglo XX), Gerardo Suter (1957) y Tomás Casademunt (1967); además de otros que no están identificados.